viernes, 2 de noviembre de 2012

Un cuervo negro (Dolor)

(AVISO: en esta entrada seré muy explícito acerca de mis sentimientos. Si alguien considera que se puede sentir violento por ello, o sencillamente no está interesado, recomiendo que no siga leyendo)

This is my excavation
and today is Kumran.


Respira hondo. Toma impulso.
Deja que te inunde.
Duele. Claro que duele. Pero no huyas del dolor. No puedes, y no debes.
Ahora. Siéntelo.

Los puños cerrados. Los ojos nublados. Las mejillas encharcadas. La garganta desgarrada de gritar y gritar. Y el corazón, hecho pedazos, que se te escapa a cada respiración.

Vuelve. Respira. Tranquilo.

Pensabas que sabías lo que era el dolor, pero no era así, ¿verdad? No hay nada que se le parezca. Cuando lo sientes, lo sabes. Como el amor. Al fin y al cabo, son las dos caras de una misma moneda.
Dicen que el tiempo lo cura todo. No es cierto. No te engañaré: esto no se irá. Pero pronto será sólo una leve punzada, un molesto zumbido, un breve temblor. Aprenderás a vivir con ello.
No hay más. Pero tampoco menos. Recuerda por qué sufres. Recuerda lo que has vivido. Sabes que ha valido la pena. Sabes que habrías dado cualquier cosa por vivirlo. Sabes que será parte de ti para siempre.
No te tortures. No te compadezcas. No te pierdas.
Volverás a sonreír, a aprender, a bailar, a ilusionarte. Pero no tengas prisa. Reconstruir una vida no es tarea fácil. Demonios, es lo más duro que harás nunca. Pero eso también merecerá la pena.
Y, cuando vuelva este dolor (volverá, no lo dudes), recuerda que es un dolor necesario. Así que respira hondo, toma impulso y…

This is not the sound of a new man
or crispy realization;
it’s the sound of the unlocking and the lift away:
your love will be
safe with me.

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