Tras el descanso prometido, vuelvo a la tarea
de contaros cuáles son mis películas favoritas. Tercera entrega:
15.- El Padrino (partes I y II), de Francis
Ford Coppola.
Bueno, ¿y qué os voy a contar de la mejor
película de todos los tiempos? Pues que la segunda parte, de la que se habla
menos, por lo general, es tan buena como la primera, o incluso mejor. En todo
caso, os recomiendo que veáis ambas seguidas, ya que la historia es bastante
unitaria. Sobre la tercera parte, no digo nada: no la he visto, pero poca gente
habla bien de ella. Conformaos con estos trecientos setenta y cinco minutos del
mejor cine jamás grabado, con los tres mejores actores masculinos de todos los
tiempos (Brando, Pacino y De Niro) incluidos en un reparto escandaloso.
14.- Reservoir Dogs, de Quentin Tarantino.
Puede que el secreto de la primera película
de Tarantino sea lo simple del argumento: un grupo de ladrones profesionales
atracan una joyería y les sale mal. Surgen sospechas de que puede que haya un
infiltrado policial. Y a ver qué pasa. Hay muchas cosas míticas en esta peli,
pero lo que la eleva a lo más alto del séptimo arte contemporáneo es la forma
en que Tarantino cuenta esta sencilla historia: un único escenario de la trama,
flashbacks, humor negro (su sello de identidad) y elipsis narrativas que hacen
que crezca la tensión hasta un desenlace sorprendente. Obra maestra del
thriller, y de la comedia.
13.- La Vida de Brian, de Terry Jones.
Vale, igual me estaba quedando un poco seria
la lista. Para compensar, llega el Séptimo de Caballería en lo que a comedia se
refiere: los Monty Python. Llevo años sin ver esta peli, pero es que el
recuerdo es indeleble: en mi vida me he reído tanto. Hay comedias más arriba en
la lista (por otro tipo de consideraciones), pero en cuanto al mero hacer reír
esta se lleva la palma. ¿Para qué os voy a contar de qué va? Basta esta escena
para animar a cualquiera con dos dedos de frente a verla.
12.- I’m Not There, de Todd Haynes.
Aquí se tenía que notar mi afición
por la música. En concreto, por el poeta más grande que se haya equivocado de
oficio nunca: Bob Dylan. Está claro que no es una peli para todos los públicos:
se requiere una pasión por la música y la vida del de Duluth de nivel avanzado
(tipo “cariño, esto empieza a ser un problema”), y unos conocimientos sobre su
trayectoria musical importantes. Pero darle una oportunidad nunca está de más.
Y, desde luego, el que la entienda alucinará. Pero vaya, una peli en la que hay
seis personajes distintos basados en la misma persona nunca es fácil.
11.- El Club de la Lucha, de
David Fincher.
Yo la verdad es que me río mucho
con lo que dicen de esta peli. Por algún motivo incomprensible, la gente se
piensa que es un canto al fascismo y la ultraviolencia. Más o menos como con La
Naranja Mecánica. En mi opinión, esta es una de las obras más potentes de
crítica al capitalismo y el consumismo que se han realizado. Brad Pitt hace una
de las mejores interpretaciones de su carrera, y bueno… verle sin camiseta
tampoco está mal. Además, tiene un significado bastante especial para mí,
porque una tal Sra. Piña en cierta ocasión me dijo que la había conocido en un
momento extraño de su vida. Si la veis, lo entenderéis: yo no puedo hablar del
tema. Es la primera regla. Ah, y Where is my mind?
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