5.- 21 Gramos, de Alejandro González
Iñárritu.
Está en quinta posición, pero es con
diferencia la película que más me ha emocionado. Una historia sobre la culpa,
narrada con una estructura compleja, dando saltos continuos adelante y atrás en
el tiempo. Sean Penn (uno de mis dos actores favoritos), Naomi Watts y Benicio
del Toro bordan sus papeles, y transmiten una fuerza y una credibilidad que se
apoyan en un guion brillante, que crea un tapiz de las emociones humanas más
oscuras… y también de la redención. No puedo contaros nada sobre la historia,
porque la arruinaría. Pero también cabe destacar la preciosa banda sonora, a
cargo de Gustavo Santaolalla.
4.- Apocalypse Now, de Francis Ford Coppola.
Un derroche de cine. Un espectáculo
difícil de igualar. El retrato de la guerra de Vietnam de Coppola, que cerró
una década de los setenta prodigiosa para el de Detroit, con tres obras
maestras, es de tales proporciones que casi da vértigo recordar la película. El
Corazón de las Tinieblas es una gran novela, pero existe una diferencia
palpable entre el libro y la película: el señor Marlon Brando, que realiza la
actuación que más me ha impresionado en mi vida. Veinte minutos le bastan para
adueñarse del film… y de nuestras mentes. Martin Sheen tiene el papel
principal, pero la verdadera protagonista es la selva; o, en palabras del
agonizante coronel Kurtz: “El
horror… ¡el horror!”.
3.- El Árbol de la Vida, de Terrence Malick.
Vale, esta debe ser la película más polémica
de los últimos años. A muchísima gente le aburrió atrozmente, y resulta hasta
comprensible: no es una peli fácil. Más bien todo lo contrario. Pero tuve la
suerte de verla con alguien que la había entendido. Cuando sabes lo que tienes
que mirar, cuando te orientan, empiezas a dejarte llevar por la belleza y el
lirismo de las imágenes, y al mismo tiempo comprendes el sentido narrativo de
las distintas partes del film. Así fue como aprecié la profundidad de una
historia aparentemente incomprensible y deshilachada, y me emocioné como pocas
veces ante el relato religioso y humano de un hombre marcado por su infancia,
su relación con su padre, su hermano y su madre. Malick demuestra su inmenso
talento exprimiendo con delicadeza la hermosura de cada plano, y dirigiendo a
los actores a la perfección. Una joya.
2.- Pulp Fiction, de Quentin Tarantino.
La mejor película de los noventa. Como mucho,
se lo puede discutir Uno de los Nuestros o La Lista de Schindler, pero es la
película de esa década. Un pastiche de historias ligeramente absurdas,
absolutamente irónicas, orgullosamente pop, violentamente veraces. Un retrato
de la otra cara de la delincuencia, la cutre, la hilarante, la imprevisible. Una
vez más, como hiciera en Reservoir Dogs, Tarantino juega con la estructura
narrativa con una soltura y una genialidad que le dan a la película el estatus
de clásico. Grandioso reparto coral, brutal banda sonora, escenas míticas a
tutiplén y hasta citas bíblicas. Imprescindible.
1.- El Apartamento, de Billy Wilder.
Es curioso que esta sea la única película de
Wilder de la lista, dado que le considero mi director favorito y que es, junto
a Kubrick, John Ford, Alfred Hitchcock y, quizás, Martin Scorsese y Francis
Ford Coppola, miembro de esa exclusiva shortlist de “mejores directores de la
historia”. Pero es que con esta me vale. No hay una sola objeción posible, ni
una pega, nada que no sea perfecto en grado sumo, sublime. Un guion impecable,
brillante en todos los sentidos; una dirección alegre, sobria, inmejorable; una
pareja protagonista (la increíble y guapísima Shirley MacLaine y Jack Lemmon,
mi otro actor favorito) en estado de gracia, en el mejor momento de sus
carreras; y la historia de amor más bonita y creíble que he visto en la gran
pantalla. Nunca me cansaría de verla. Es simplemente demasiado buena.
Pues bueno, ahí las tenéis. Si queréis,
comentadme cuáles de vuestras favoritas no han salido.
Estaré encantado de explicaros por qué son
una mierda =) Un abrazo.
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