Bueno, ya era hora de volver a escribir por
aquí. Demasiado tiempo he dejado que pasara. Lo cierto es que no estoy
especialmente inspirado, pero algo tengo que escribir, así que voy a volver a
un tema que apenas he tocado por aquí: el cine. Para que os hagáis una idea del
tipo de películas que me gustan, ¿qué mejor que otra de mis listas? Pues sí: he
aquí la primera entrega de mis 25 pelis favoritas. Vamos allá.
25.- Hannah y sus hermanas, de Woody Allen.
He visto bastantes películas de Woody Allen.
Aunque con este tío, “bastantes” nunca son suficientes. Pero la cosa es que
esta la vi sin demasiadas expectativas y me encantó. Para empezar, tiene a
Michael Caine, uno de mis actores fetiche, en uno de sus mejores papeles (ganó
el Oscar); el resto del reparto también es brillante; la trama es sencilla,
pero llena de pequeños detalles y matices, elegantemente expuestos por un Allen
especialmente inspirado en la dirección; y termina bien, algo que cada vez
valoro más en historias de este tipo. Muy recomendable.
24.- Watchmen, de Zack Snyder.
Creo que la primera vez que tuve la sensación
de estar presenciando un espectáculo grandioso en una sala de cine (más allá
del asombro infantil ante las explosiones y las batallas) fue viendo Watchmen.
Llegaba con muy poca información acerca de la historia, más allá de cuatro
cosas que me habían comentado amigos o había leído en internet. Las colosales dimensiones
del argumento, el vigor con que estaba contado, la cuidadísima estética, la
profunda voz de Rorschach leyendo las palabras dementes de su diario en voz
alta… Y la banda sonora. Bestial.
23.- Trainspotting, de Danny Boyle.
Esto es un clásico moderno y lo demás son
tonterías. Dieciséis años hace de su estreno, y el nivel de devoción y culto
que ha alcanzado es difícilmente comparable con otras películas de su época
(quizás El Club de la Lucha). Lo cierto es que está llena de momentos míticos,
icónicos, que han sido parodiados y homenajeados mil veces (el bebé que gatea
por el techo, la huida inicial de la policía, la inmersión en el váter). Pero
lo que distingue esta película, en mi opinión, son los personajes: Renton,
Begbie, Spud, Sick Boy… son todos memorables, por distintas razones. Y, por
supuesto, está Escocia. Y la heroína.
22.- Toy Story 3, de Lee Unkrich.
“¡Pero si es una peli de niños!”. Cierra el
pico y contempla este espectáculo. 103 minutos de perfección a la hora de
contar una historia. Una historia apasionante, de sentimientos encontrados y profundos,
que no descuida el humor, llena de aventuras y con homenajes a clásicos del
cine contemporáneo (La Guerra de las Galaxias, El Padrino, los thrillers de
Scorsese). Y protagonizada por juguetes. ¿Y qué? ¿Acaso El Señor de los Anillos
no mola porque los hobbits no son humanos? Lo importante es que la película te
atrape. Y, si la dejas, esta película te atrapará.
21.- American Beauty, de Sam Mendes.
Una de las películas que más me ha
sorprendido en mi vida, sin duda. La mejor película sobre los suburbios
norteamericanos que se ha hecho (probablemente), contiene feroces críticas al
estilo de vida de finales de siglo XX en Estados Unidos y Occidente en general.
Nuevamente, sin embargo, la película se mantiene en el recuerdo gracias a unos
personajes excepcionales: el padre de familia hastiado por su aburrida vida, la
hija adolescente preocupada por su aspecto y por cómo hacerse mayor, la madre
perfeccionista, dedicada a su trabajo, que vive atrapada por la imagen que
quiere dar, el joven traficante de drogas obsesionado por grabar cosas en
vídeo, la animadora engañosamente frívola… y más. Un tapiz de las patologías
propias de nuestra época, mostrado con ingenio y rigor por un Sam Mendes
brillante. Para verla una y otra vez.
Bien, de momento esto es todo. Ya veré cuándo
vuelvo con la segunda entrega. Saludos.
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